Las principales variedades de albaricoque son las siguientes:
Bulida: variedad rústica
española que se adapta a todo tipo de suelos, incluso secos. Proporciona
árboles muy vigorosos de producción abundante y regular, sensibles a
oideo y monilia y resistentes al viento y a la caida del fruto. Los
frutos son grandes y posén un surco poco profundo, siendo su piel
amarilla y su carne, dulce, bastante jugosa y perfumada. El hueso es
grande y tiene quilla. La recolección se lleva a cabo a primeros de
junio y se conserva fácilmente.
Figura 1. Variedad Bulida.
Canino: variedad española que
presenta exigencias medias en suelo. Proporciona árboles muy vigorosos
de hojas ásperas, resistentes a parásitos y a la caída del fruto. Los
frutos son grandes o muy grandes, casi redondos, de color amarillo
anaranjado intenso y apenas rojos en el lado soleado. La carne es
firme, de sabor agradable y medianamente perfumada, siendo el hueso de
tamaño medio, con poca quilla. La recolección se lleva a cabo en junio,
conservándose bien el fruto y siendo resistente al transporte. Esta
variedad proporciona un fruto de buena calidad y comercialización
interesante.
Figura 2. Variedad Canino.
Nancy: proporciona árboles de
buen vigor y mediana producción, con buena resistencia a parásitos, poco
exigente en suelos, siendo la caída de los frutos bastante frencuente
en terrenos arcillosos. El fruto es de tamaño muy grande, un poco
hinchado en la base, casi esférico, y abollonado en el pico. Su color
es amarillo oro veteado de rojo, siendo la piel bastante espesa con
algunos abultamientos pequeños. La carne es color cobrizo, perfumada, de
sabor fino, fundente y dulce, jugosa y un poco ácida. El hueso es
bastante grande, redondeado y con arista ventral ancha. La recolección
se lleva a cabo en julio, conservándose bien el fruto durante el
transporte. El valor comercial de este fruto es muy bueno.
Paviot: proporciona árboles muy
vigorosos y de mediana producción, resistentes a parásitos y sensibles a
la caída de frutos. Exige terrenos sanos y permeables. El fruto es de
tamaño muy grande, de color anaranjado y rojo intenso en la insolación.
La carne es amarilla, de gran finura, agradable, fundente y perfumada,
siendo el hueso mediano. La recolección se lleva a cabo entre los meses
de julio y agosto, conservándose el fruto de manera aceptable durante el
transporte. Este fruto tiene muy buena calidad y valor comercial.
Figura 3. Variedad Paviot.
Moniquí: árbol de vigor medio y
producción un poco irregular. Tiene necesidades medias de frío invernal
y es incompatible con el Mirabolano. El fruto es grueso, oval y
aplastado, blanco sonrosado, de aspecto transparente. La carne es blanca
jugosa, perfumada y azucarada. El hueso está semiadherido. La
recolección se lleva a cabo entre junio y primeros de julio. Este fruto
es muy recomendado para mesa.
Figura 4. Variedad Moniquí.
Currot: es la variedad
comercial más temprana que aparece en el mercado. Son frutos de pequeño
tamaño, piel delicada de color blanco-rosáceo, con pulpa blanquecina,
poco carnosa y sabor acidulo. Se suelen premadurar antes de su
comercialización ya que recién cosechados carecen de valor gustativo.
Figura 5. Variedad Currot.
Galta roja: posiblemente sea la
variedad más comercializada y consumida en España. Posee una piel
atractiva, mitad rojiza y mitad amarilla o naranja, y su pulpa es
anaranjada y de sabor dulce.
Figura 6. Variedad Galta roja.
Ginesta: es una de las
variedades más precoces que aparece en el mercado. Los frutos tienen
forma esférica y su piel es blanquecina. La pulpa carnosa tiene color
blanco y sabor suave y delicado.
Mitger: variedad que se
caracteriza por el tamaño de sus frutos, en torno a 50-55 mm. Su piel
es fina, suave y aterciopelada, y su carne blanca, dulce y jugosa.
Aparecen en el mercado español a finales del mes de mayo.
tomado de: infoAgro.com
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